Explosión Literaria

Pensar la literatura en relación con el arte, la fotografía y el cine puede ser un camino mágico que merece ser compartido.

LA POBREZA LEXICA

Palabras buenas, palabras malas...
Hasta no hace mucho tiempo tenían la entrada absolutamente prohibida en los medios escritos. Si por algún motivo había que ponerlas, se las disimulaba púdicamente con la inicial y puntos suspensivos. La convención era bastante ridícula, pues al darles un tratamiento diferente, se las destacaba más.

Por Lucila Castro

Hasta no hace mucho tiempo tenían la entrada absolutamente prohibida en los medios escritos. Si por algún motivo había que ponerlas, se las disimulaba púdicamente con la inicial y puntos suspensivos. La convención era bastante ridícula, pues al darles un tratamiento diferente, se las destacaba más. Pero, completas o abreviadas, en general se entiende que su uso sólo se justifica en ocasiones muy determinadas. Consultada una vez, sobre si debían escribirse malas palabras en la prensa, dije que la prensa no era digna de ellas. Tuve que aclararlo. Dije, entonces, que tampoco era digno de ellas un tratado de filosofía o un recetario de cocina. Todas las palabras son dignas, pero unos lugares son dignos de unas, y otros, de otras. ¿Qué hace que una palabra sea considerada mala? No necesariamente el objeto que designa, pues el mismo objeto, por desagradable que sea, puede ser designado por una palabra buena. Tampoco el sonido (aunque a veces se hable de palabras malsonantes), pues el lenguaje más limpio de palabrotas puede ser al mismo tiempo insoportablemente cacofónico. Lo que hace que una palabra sea considerada una mala palabra es la convención de los hablantes. El carácter de mala palabra es tan convencional como las reglas de la sintaxis.
Las malas palabras no son incorrecciones lingüísticas, aunque pueden ser incorrecciones sociales. Son parte de la lengua. No son hijos bastardos sino tan legítimos como las voces de léxico general, las expresiones coloquiales y los tecnicismos. Pero cada cosa tiene su lugar. Una mala palabra puede herir los oídos de un oyente o los ojos de un lector, y puede herirlos porque esos oídos y esos ojos están adaptados para ser heridos por ella. Eso es la convención. En la lengua todo es convencional, hasta las interjecciones, que tan espontáneas parecen. ¿Por qué cuando me doy un golpe y me duele grito ay? Porque aprendí que ay indica dolor. Si mi lengua fuera otra, lo expresaría con otra interjección. Y si el uso de una palabra me ofende, me ofende porque aprendí que usar esa palabra es ofensivo. Pero el que las malas palabras puedan ofender a los lectores no es la única razón para no emplearlas. Las palabrotas y los vulgarismos son joyas del lenguaje expresivo y, por el carácter del material que, en general, difunde la prensa, no tienen cabida en ella. Las palabras hay que cuidarlas porque se gastan con mucha facilidad. Si abusamos de ellas, rápidamente pierden su fuerza expresiva. Lo mismo ocurre con las voces del lenguaje familiar que, aunque a nadie ofenden, en un texto periodístico deben dosificarse para que no pierdan su valor afectivo y su expresividad.
Si un mismo objeto puede nombrarse con una voz del léxico general, una palabrota, un término coloquial y un tecnicismo, por algo será. Esas voces no son equivalentes porque la comunidad de hablantes ha convenido en destinarlas a situaciones diferentes. Los hablantes en general y los periodistas en particular tienen en claro que ciertas palabras son malas palabras y no tienen lugar en un texto informativo. Pero, lamentablemente, no siempre tienen claras las diferencias en los otros registros. Así, hoy es común que nos informen del resultado de un examen de ingreso hablando de los bochazos o de la ausencia de diputados en una sesión como faltazos. O que en la sección Arquitectura de un diario se lea que algo a la gente “le importa un pomo”. Esas no son malas palabras, pero dejan una triste impresión: la de la pobreza léxica de quien las escribió. Y sospecho que eso se debe a que los jóvenes leen poco y malo y adquieren su vocabulario sobre todo por vía oral. De esa manera, no conocen los diferentes registros y no distinguen niveles. Esos coloquialismos, usados sin saber que lo son, me duelen más que las palabrotas, que en determinados textos pueden ser necesarias. No hay razón para eliminarlas al citar a una persona que las pronunció en un momento de gran emotividad o con una intención especial. En esos casos, respetarlas es informar y, afortunadamente, los puntos suspensivos están pasando de moda.
*Profesora en letras y periodista

23 comentarios:

Muy buen articulo, es realmente interesante.
Me quedo con la frase:
Las palabras hay que cuidarlas porque se gastan con mucha facilidad. Si abusamos de ellas, rápidamente pierden su fuerza expresiva.
Y tambien recalco lo mencionado de la via oral.
Muy buen trabajo.
GIULIANA

 

Este articulo es muy interesante.

Es muy cierto lo que dice ya que esto lo aplicamos en nuestra vida cotidiana,
en especial, nosotros los adolescentes quienes hablamos inapropiadamente todo el tiempo y es según como decimos las palabras que herimos o no a las demás personas.

Felicitaciones.

Flor V

 

Me pareció muy bueno el artículo, me gustó mucho.
Concuerdo con la frase acerca de los jóvenes, la gran mayoría no lee mucho.
Es interesante lo mencionado acerca las malas palabras, cómo se las disimulaba en los medios escritos y concuerdo con que son incorrecciones sociales.
Muy interesante el artículo.
Dolores

 

Muy buen articulo.
Creo que hay que saber y conocer el lugar en que usamos las "malas palabras" ya que en determinados lugar pueden verse de mal modo o su termino puede ofender a alguien
tambien pienso uqe muchos jovenes perdieron la capacidad lexica ya que no leen lo necesario y ademas porque solo ven la tv e internet, donde el habla es cada ves mas basica.
Lucas D

 

"Puto el que lea esto": así comieza el monumental, y ultimo libro de cuentos de R. Fontanarrosa "Usted no me lo va a creer". "puto el que lea esto", es apenas una frase de las tantas en las que usa malas palabras este maestro de la literatura contemporánea. "puto el que lea esto" es, un genial modo de atrapar desde el principio al lector; es un recurso literario exquisito, ya que, en el trayecto de este escrito, aclara que él "leyó esta frase en un baño, seguramente escrita por alguien que estaba cagando, y, aburrido, sacó su navaja y la tayó tras la puerta". "Puto el que lea esto", hoy en día, es un verdadero poema o haiku, es un mini cuento donde podés imaginar, que, el "puto" que está leyendo, en realidad es, o no lo es, pero, en definitiva, Fontanarrosa apela a este nuevo recurso "recontracagándose de risa de algún crítico amanerado -dice él-, de estos que gustan de Graham Green o Kundera, de los que se masturban con Marguerite Yourcenar, de los que leen Paris Review y estan suscriptos a Le Mondé Diplomatique" ¡si! este maestro de la literatura Argentina, en conferencia, en la feria internacional del libro de Bs. As. defendió, en su lecho de muerte, a capa y espada, el uso de la mala palabra dentro de un texto literario de fantasía. Desde ese día, todo cambió. Yo también, como escritor, defiendo este recurso siempre y cuando esté bien utilizado, esté dicho por un personaje y nó por el escritor mismo. Digamos: cuando el personaje que está actuando dentro del texto es un tirano, no podremos esperar que diga "que tonto que sos..." ¡no! este ser totalmente desquisiado, diría "sos un hijo de puta", si, así de claro ¡eso es literal!, pero no lo dije yo, lo dijo él... "Puto el que lea esto", lo escribió un tipo en un baño, no lo dijo Roberto F. él solo lo contó, y logró recrear una historia verdaderamente simpatica con esta frase. Logró cambiar la historia. Y si no, basta mirar nuestro alrededor, y descubriremos un mundo lleno de malas palabras, y, también "pornografía autorizada en horario de protección al menor". ¿donde estamos? ¿en un mundo de falacias? ¿o realidades que no queremos ver?
Lucas Atencio

 

Muy bueno, sinceramente muy buen trabajo.
Saludos,
Angeles Canale

 

Clarisimo el articulo, hay que saber utilizar las palabras en el lugar indicado.
Ademas debemos teener en cuenta, que yo no soy solo una cara bonita, tambien tengo sentimientos, y eso duele mas que un insulto :snif:

Kevin U desde nosé que cuenta

 

Creo que la gente hoy en dia no tiene noción de registro. No utiliza las palabras adecuadas para un liugar determinado. Donde mas pasa esto es en la escuela en donde el uso de las malas palabras es constante, y la escuela no es una institución en la cual se deba frecuentar el habla de las mismas

Muchos chicos ademas no van a la escuela o son enseñados de una mala manera las palabras correctas para hablar, con lo cual terminan con un mal aprendizaje y utilizando palabras incorrectas tanto adentro comoa fuera de la escuela


Matias G

 

Hoy en día, es muy común escuchar adolescentes utilizando palabras raras o hasta "malas" para muchas personas. Lo que pasa, es que esas personas no saben que esas palabras, las cuales son consideradas "malas", son frecuentes, vistas como una más y carecen de mal significado. El problema que existe se resume a no más de dos puntos. El primero, la noción de registro. Esto nos lo enseño una profesora y nos explico:para cada lugar, hay cada palabra. Es decir, yo no voy a utilizar el mismo léxico si estoy en la cancha que si estoy en el colegio; porque no me corresponde y tambíen porque quedaría fuera de lugar. El segundo punto se resume simplemente a nosotros. Como dijo otra profesora, no hay malas palabras sino palabras mál utilizadas. De más está resaltar que el significado se lo damos nosotros según como las utilizamos. Muy buen artículo. Ramiro DM

 

Muy bueno el articulo
Cada palabra que decimos expresan nuestras emociones, no existen malas palabras nosotros le damos ese significado.
Saludos
Barbara basile

 

sumamente interesante el articulo sobre las malas palabras.al darle cada significado se forman las emociones de cada persona. ¿Por qué cuando me doy un golpe y me duele grito ay? Porque aprendí que ay indica dolor.
besos
federico miralles

 

Muy bueno el articulo.
Estoy de acuerdo con Dolores y con el articulo en que ya los jovenes no leen.. lo cual es algo terrible,
ya que los libro fueron suplantados por la television y la computadora... algo tremendo.
Ademas, creeo que las MALAS PALABRAS tienen que se utilizadas en el lugar y momento indicado.
Realmente un muy interesante articulo.
slds.



Agustina Rovira

 

"Concuerdo con el articulo ya que la mayoria de las personas que uno escucha hablar ya sea en la tele, radio u otros excepto el diario, no hablan de la forma adecuada. Posiblemente esto se deba a una falta de lectura que hay en la sociedad actual, ya que gran parte de las personas no dedica mucho tiempo a la misma.
Un artículo interesante.
Jeremías H."

 

Me parecio muy interesante el articulo porque plantea lo que es el significado del uso de la palabra . Cuando queremos expresarnos generalmente siempre utilizamos palabras cuyo sinigificado son absurdo o pueden llegar a ofender a los demas. Es por eso que debemos tomar conciencia , en cuanto al contexto a la que estamos y saber con que tipo de personas estamos comunicando . Sobretodo a elegir las palabras que vamos a usar para evitar malentendidos .

Sergio Chang

 

Me gustó mucho el artículo y estoy de acuerdo con eso de que no existen malas palabras son palabras que les damos mal significado
depende donde estes son distintos los significados que se le dan a las distintas palabras.
Tambien estoy de acuerdo con lo de que nuestro lenguaje se esta deformando cada vez mas porque nadie se molesta en aprender bien las conjugaciones, aprendemos las cosas oralmente y sin saber si estan bien dichas o no.Hay muchisimas cosas que hoy en día se dicen mal y no solo las personas no escolarizadas sino que gente inteligente como dirigentes, politicos, etc. Como un politio que estaba a punto de ganar las elecciones, cuando dio su discurso dijo vamos a ser un mejor país con migo o sin MIGO, cuando lo escuché me acorde de vos.
Sara Chamula

 

Interesante el articulo. Hoy en dia la mayoria de los jovenes usamos sobrenombres en abuso que en frente de gente mayor pueden ser consideradas "malas palabras". Lo peor es que algunas personas dicen malas palabras (de las peores) y sin ni siquiera conocer su significado. esas que insultan a la madre...
Diego Araujo alumno de maria luisa :P

 

Acerca del comentario de Agustina, me parece que la computadora es una fuente de datos infinita si es bien usada. No veo el motivo para desvalorizarla, y con respecto a la television, siempre pueden haber cosas interesantes ademas de los chismes de fort.
Diego Araujo

 

Muy interesante el articulo.
Estoy de acuerdo con lo que dicen Agustina y Dolores. Hoy en dia los jovenes le prestan mas atencion a la computadora y a la television y no a los libros.
Me parece que las malas palabras tiene que ser utilizadas en el momento correcto, pero siempre tener en cuenta el lugar.
Nuevamente digo que muy interesante el articulo
Delfina Taleb

 

creo que tiene razon cuando dice que cuando las palabras se utilizan muchas veces pierden su valor expresivo y cuando dice que ya sea una mala palabra si su significado es el correcto esta bien usarla
Tomas Cuesta

 

Muy buen articulo. Estoy de acuerdo que hay palabras que empobrecen el lenguaje, o a quien las usa. Igualmente suelen ser las que mas usamos porque es mas fácil para que nos entiendan todos.
Estoy de acuerdo con Agustina con respecto a la computadora y la televisión.
Saludos
Justina Pintos

 

Muy interesante. Me parece que la computadora es una fuente de datos infinita si es bien usada. los chicos usan mas la computadora y la tele que los libros. Porque la computadora es facild e utilizar.
Saludos
Tadeo Filleti

 

Insisto con la contra que le estan llevando a la television y a la computadora, puede ser una fuente de datos infinita si es bien usada.
No digo que no hay que leer libros, pero si inventaron el internet para algo fue.

 

me parecio realmente interesante el articulo y con que nuestro lenguaje se esta deformando porque hoy en dia la gente no se toma el tiempo necesario para aprender bien los verbos. Tambien estoy de acuerdo en que las malas palabras estan dentro de nuestro idioma cotidiano, y no tendriamos que evitarlo en la lectura. Me gusto mucho la frase que decia que no existen malas palabras sino palabras que le damos malos significados.
Abril Alonso

 

Publicar un comentario